Galicia, unidad natural
Autor: Valentín Paz-Andrade
Data de publicación: 4 de marzo de 1964
Medio: Faro de Vigo
“Galicia -ha manifestado ayer en Vigo el señor López Rodó- es la región natural más clara de España”. Al mismo tiempo, una de las de más baja renta por habitante. Dura antinomía entre el perfil del pais y su nivel social, a la que se trata de poner remedio con dos esquemas del Plan de Desarrollo.
Es necesario extraer todo el significado que late en aquellas palabras del comisario general de tan magna obra. Y pensar que tan fuerte es la personalidad geo-política de Galicia, en modo alguno podrá resultar sub-estimada en las orientaciones u operaciones del desarrollo estimulado. Cuanto mejor se acierte a interpretar el ser insobornable del país, a aprovechar el privilegio de su localización geográfica, su fuerza vocacional para la producción de recursos naturales, el valor y la destreza de sus gentes, el impetu de sus empresarios... tanto más fácil será que las previsiones maduren y las prospecciones cristalicen.
Si Galicia es una unidad económica homogénea -que tanto equivale la frase-, la terapéutica del Plan habrá de dar administrada al complejo regional de tierras y de hombres. Ya sabemos la fuerza que esta asociación tiene entre maestros. Cuánto sentimiento y cuánto drama encierra en la ley que la [...] nos impone, y tantas veces la pobreza [...].
Es necesario partir de que existe, oímos también de los mismos autorizados labios. De aquello que se hizo sin planificación, sin tutela de la asistencia técnica, en plena boga “laisez faire”, jugándolo todo a una carta...Vigo, en efecto, como ayer recordábamos en este lugar, ha sido en el sentido más aleccionador ejemplo. Mucho más debe esperarse que no sea, cuando una nueva rama de oportunidades se le ofrece, para acanzar desde las barreras de la empresa familiar a la gran empresa, desde la explotación aislada a los complejos industriales.
No podemos olvidar, sin embargo, que ni Galicia es solamente las demarcaciones elegidas como polos, ni Vigo económicamente considerado acaba en sus linderos municipales. La industrialización en su fase de alto desarrollo, aliviará la presión demográfica rural, pero sin una paralela rehabilitación del campo gallego de cuya exigua renta viven cerca de dos millones de habitantes, la unidad natural no tardaría en desarticularse. Al propio tiempo que la polarización industrial se intensifica, los incentivos de fijación en el sector agrario habrán de elevarse al máximo para no incidir en un mal mayor.
Por otra parte, Vigo no es más que la cabeza de una diseminada estructura que se extiende por toda su Ría, que se introduce en el interior de la región y se alarga por las rutas del mar. Esta solidaridad entre la ciudad pionera del desarrollo industrial, y las fuentes de donde se obtienen su fuerza y su ardor no puede quedar cercenada por la parcelación de beneficios limitada a las áreas administrativamente acotadas.
Nos parece que las decisiones a que llegamos [...] directamente de las premisas, que ayer quedaron flotando en el aire de la ciudad.